miércoles, 22 de mayo de 2013

Consejos Prácticos

Algunos consejos prácticos para lidear con la depresión son:

  • Leer la Biblia
Los cristianos basan su vida en la Verdad y no en las emociones. Hay que elegir confiar en la Verdad de Dios en vez de las emociones, ya que éstas pueden llegar a ser inestables especialmente si uno está sufriendo de depresión. Filipenses 4:1 nos ordena a estar firmes en el Señor, o sea en Su Palabra. Asimismo, el Apóstol San Pablo nos alienta a no conformarnos con los pensamientos y parámetros del mundo, sino a constantemente transformarnos por medio de la renovación de nuestro entendimiento (Rm 12:2). Nuestra mente debe ser moldeada por la Palabra de Dios. Con la guía de Jesús y la asistencia del Espíritu Santo, podremos entenderla e incorporarla a nuestras vidas.

  • Alabanzas
Alabar significa elogiar, celebrar, afirmar las cualidades positivas de algo o alguien. Es una manera de demostrar nuestro amor hacia Dios, de recordar sus bondades, de celebrar la salvación que nos brindó a través del sacrificio de su hijo Jesús.
Resulta muy útil recurrir en estos casos a los Salmos. Su característica universal hace que cualquier creyente de cualquier denominación, cultura y/o edad pueda identificarse con ellos. El rey David muchas veces volcó allí su profundo dolor, angustia e incluso desesperanza y crisis de fe.
Hay que entender que una alabanza no requiere del creyente una determinada postura y emoción. En casos de depresión, es muy difícil alabar a Dios. Pero lo importante aquí es la voluntad, por más que el sentimiento o pensamiento no lo acompañe en su momento. Alabar puede incluir también un clamor, un grito de angustia hacia Dios. Dios honra dichas alabanzas, como lo hizo con las del rey David, porque reconoce en ellas la honestidad de quien clama. De hecho, ya con clamar a Dios desde la duda, angustia, crisis de fe, uno ya reconoce la soberanía de Dios; lo acepta como su único salvador.

  • Escuchar música de alabanza
Esto resulta muy beneficioso para la persona que sufre de depresión, especialmente en aquellos momentos cuando se hunde en el pesimismo, la desconfianza y/o enojo hacia Dios. Sirve como un salvavidas que ayuda a apaciguar tales sentimientos e ideas, llevándolo nuevamente a recordar y aferrarse a las bondades y promesas del Señor.

  • Escribir

Volcar las ideas y sentimientos que nos aquejan a través de la escritura sirve para entender mejor la situación que uno atraviesa. A veces dar vueltas y vueltas sobre la misma idea, recuerdo o sentimiento no nos ayuda a entenderlo, procesarlo y aceptarlo. Pero cuando lo escribimos en papel, podemos darnos cuenta de cosas que nos andaban pasando. También evita que todo eso se instale en nosotros, especialmente con respecto a los pensamientos y sentimientos negativos.


No hace falta que uno lo escriba como si fuese una novela o ensayo. Pueden ser simples frases, una palabra, un pequeño párrafo. Lo importante aquí es expresarlo, sacarlo de nosotros y plasmarlo en algo material. Si son hojas lisas mejor, ya que nos dan más libertad para expresarnos, e incluso dibujar. Tener un diario íntimo sirve más todavía, ya que uno puede hacer un seguimiento de sus diferentes estados de ánimo e identificar aquellos pensamientos y sentimientos negativos que se van repitiendo con el fin de ir reemplazándolos con la Verdad de Dios.

  • Orar
Uno de los significados de la palabra ´orar´ es rogar, suplicar, pedir. Es una comunicación con Dios, una conversación que entablamos con Él. Por lo tanto, no necesariamente la oración tiene que ser algo formal, como si alguien estuviese haciendo un discurso. Dios honra más que nada las oraciones honestas y abiertas, especialmente las de un corazón contrito. Como dice el Salmista: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." (Sal 51:17).
Las oraciones pueden ser tanto verbales o escritas. En los casos en que uno se siente sin fuerzas, o hundido en la desesperanza o desesperación, resulta de una gran ayuda escribir la oración. A veces nos podemos sentir tan abrumados por sentimientos y pensamientos negativos, que nos resulta imposible vocalizar siquiera una petición a Dios. En esos momentos, recurra a su diario y vaya escribiendo su oración dedicada a Dios. 
Pedir oraciones también es importante, porque a través de la intercesión de otros, uno puede recibir ayuda tanto en cosas pequeñas como grandes. También el recibir oraciones implica recibir consuelo y el apoyo indispensable de otros creyentes. 
Sigámos el consejo del Apóstol Pablo, "Orad sin cesar" (1Ts 5:17)

  • Confesar
Si bien confesar dentro del lenguaje religioso significa declarar los pecados cometidos, tanto si es dirigido a otros creyentes como a Dios mismo; también significa manifestar la verdad sobre hechos, ideas o sentimientos que antes estaban ocultos.
Compartir con otros lo que nos pasa mientras atravesamos una depresión nos ayuda a descargar nuestras penas o pensamientos. Permite que otros nos ayuden a sobrellevar la pesada carga de la depresión, y con ello, se nos hace más ligera. 
Es importante saber con quién podemos contar; discernir quién podría escucharnos. No todas las personas están capacitadas o predispuestas a escuchar nuestras penas. Muchos ya llevan sus propias cargas, por lo cual les puede resultar difícil prestar un oído a otros. En caso de no tener a nadie a quien recurrir, uno puede orar a Dios para que le provea de alguien piadoso y compasivo dispuesto a caminar a su lado. "Y Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Flp 4:19). 

  • Consejo Pastoral y/o Psicológico
Si uno ya forma parte de una iglesia, puede recurrir a la ayuda, consejo y guía de su Pastor o de alguno de los líderes con quien se sienta más confiado. Contar con alguien cimentado en las Escrituras y con experiencia pastoral puede ser de una ayuda muy valiosa. Él o ella puede acompañarlo en esta etapa como su guía espiritual. 
También, uno debería recurrir a la asistencia psicológica de un profesional en el área. Si tiene experiencia con pacientes que sufren de depresión tanto mejor. Es importante averiguar primero sus referencias; a veces es mejor recurrir a aquéllos que son aconsejados por terceros. Hay muchos psicólogos cristianos hoy en día, por lo que esto ayudaría aún más a tratar la depresión. 


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