lunes, 3 de junio de 2013

La aceptación de la personalidad, David Seamands

Te insto a que aceptes tu personalidad y reconozcas tu temperamento. El tener la verdad en lo íntimo significa que ya no tienes que resistirte a lo que eres. Cesas en tu lucha con el temperamento como un enemigo y empiezas a aceptarlo como un don de Dios. 
Yo mismo he pasado muchos años luchando conmigo mismo, intentando ser otro, batallando con mi temperamento nervioso, tenso, sintiéndome siempre algo enojado y tratando de ser distinto. El momento crucial del cambio llegó cuando pude aceptarme tal como soy. Porque un día el Señor dijo: "¡Mira, esto es lo que tienes! No vas a ser otra clase de personalidad. Lo mejor es que te acomodes a vivir con ella y aprendas a hacer algo con ella. 
"Y, además, si tú me entregas tu yo verdadero y lo poens en mis manos -no el super-yo, que no eres-, entonces los dos nos llevaremos muy bien y podré usarte tal como eres."
El primer paso en el aprendizaje a vivir por encima de la depresión es aceptarte tal cual eres. Esto no significa que has de ser controlado por el temperamento. Después de la conversión, el Espíritu Santo ha de ser el que tiene el control. Pero el Espíritu Santo sólo puede llenar y controlar lo que tú le cedes y engregas. Aunque no puedes cambiar tu temperamento, puedes permitir que el Espíritu Santo lo controle. 
Nos apartamos de Brengle cuando estaba en una depresión profunda, y no vamos a dejarle alli, y tampoco a ti. Él dijo:

La oración no traía alivio. en realidad me parecía que había perdido el espíritu de oración y el poder de orar. Entonces me acordé de dar gracias a Dios y alabarlo, aunque no sentía el espíritu de alabanza y acción de gracias. Todo sentimiento, excepto el de un abatimiento y depresión completos, había desaparecido. Así que di gracias a Dios por la prueba, y al hacerlo empezó a transformarse en una bendición. La luz empezó a brillar, primero poco a poco, y al fin penetró a través de las tinieblas. La depresión había desaparecido y la vida era hermosa y deseable otra vez, llena de influjos de la gracia otra vez. (Hall, Portrait of a Profhet, p. 214)

¡Esto es! Brengle dijo: "Me acordé". pablo escribe a Timoteo: "Te tengo en mi memoria." Mañana por la mañana recuerda que el amor de Dios no tiene sus raíces en nuestros sentimientos, ni en tus actividades y logros, ni aun en tu amor hacia Él. Su amor tiene las raíces en su propia fidelidad. El amor firme del Señor nunca cesa; su misericordias nunca tienen fin. Son nuevas cada mañana: "Grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dice mi alama; por eso espero en él" 


- Curación para los traumas emocionales, p. 145-146, David Seamands.

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